martes, 4 de diciembre de 2007

Entre rollos internos te veas...


Empezando el año, y empezando a juzgarme. Sí claro, porque haces una lista los primeros días, ya sabes por aquello de las metas a alcanzar durante este año, y de una, no sé a ti pero a mí si me pasa, comienzas a reflexionar sobre tus fortalezas y debilidades, los obstáculos que salvaste y aquellos ante los que definitivamente te rendiste sin ofrecer resistencia, sin contar los que inventaste porque te dio flojera, miedo o un ataque de conformidad enorme.

Entonces te dices: "Dios, ¿porque a mí?". ¿Porque a ti? por flojo, cobarde, conformista... no sé, creo que eso diría Dios, después de todo nos da las herramientas necesarias para hacernos de una "vida", ya sea la que deseamos, la que elegimos ó la que permitimos que otros elijan para tener a quien echarle la culpa de nuestros fracasos.

Son muy pocas las personas que conozco que han tomado el control de sus vidas en sus manos, asumiendo la responsabilidad en serio, y definitivamente son estas personas las que han llegado lejos. Mirándome en este tipo de ejemplo siento pena de mi misma... ¿Como es posible que haya desperdiciado tanto tiempo pensando pendejadas?, insólito, bueno pero así es como somos la gran mayoría, una sarta de conformistas, queriendo ser diferentes pero haciendo exactamente lo que todos hacen: NADA por mejorar nuestra vida. Triste!

Pero este año cambiaré las cosas, Yo decido hoy, asumir la responsabilidad total y seriamente de mi vida, alcanzar las metas propuestas, y asumir mis fracasos como aprendizaje por aquello del ensayo y error; y tomaré mis triunfos como incentivos para recordarme que sí se puede. El mundo, tu mundo, puede cambiar el fracciones de segundos... en algún lado leí que las personas exitosas no son las que tienen suerte, sino las que cayeron una y dos veces y volvieron a levantarse para crecerse en sus fracasos...

Será media hora más tarde pero aún seguimos a tiempo de triunfar, ser exitosos y traer la prosperidad a nuestras vidas, recuerda esto cuando, al igual que yo, un día cualquiera cuando entre rollos internos te veas...